¿Sabes por qué tu piel tiende a ponerse grasa? 

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El aceite en la superficie de tu piel es un producto de la secreción y excreción de las glándulas sebáceas, y su propósito es proteger tu piel.

Existen varias razones para tener la piel grasa:
En primer lugar, el estrés elevado o los patrones de sueño irregulares: el estrés excesivo o los hábitos de sueño irregulares pueden provocar desequilibrios hormonales, alteración de las funciones corporales, aumento de los niveles de estrógeno y testosterona y producción excesiva de sebo por parte de las glándulas sebáceas.

En segundo lugar, la deshidratación de la piel: cuando la piel carece de humedad, sufre una “secreción refleja de sebo”, y la hidratación y la humectación pueden reducir la producción de sebo.

En tercer lugar, la protección solar insuficiente: La exposición prolongada a la radiación ultravioleta puede irritar la piel y estimular la producción excesiva de sebo. Es importante utilizar medidas eficaces de protección solar, como aplicar protector solar ligero o usar barreras físicas como sombreros, mascarillas o sombrillas.

En cuarto lugar, aumento de la temperatura: Cuanto más alta sea la temperatura, más activa será la secreción de las glándulas sebáceas. Por ejemplo, durante el otoño y el invierno, la piel puede presentar grasa externa y sequedad interna. Es recomendable no usar agua demasiado caliente para bañarse y mantenerla a una temperatura adecuada.

En quinto lugar, la limpieza excesiva: la limpieza excesiva puede provocar una cantidad insuficiente de aceite en la piel, lo que estimula las glándulas sebáceas a producir más aceite para proteger la piel.

En sexto lugar, el consumo excesivo de alimentos con alto contenido en azúcar y grasas: el consumo excesivo de postres, productos lácteos, alimentos grasosos y picantes, etc., también puede aumentar la producción de sebo.

En resumen, la piel grasa se debe a una combinación de factores internos y externos. Ajustar los hábitos de vida, mantener una higiene e hidratación adecuadas, usar protección solar y seguir una dieta equilibrada pueden ayudar a controlar la piel grasa.

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