Lavado científico del cabello para un cabello más sano

0

¿Te lavas el cabello correctamente? El aspecto científico del lavado es crucial, y es importante comprender las siguientes maneras correctas de lavarse el cabello:

Cepillado del cabello: Si no te cepillas el cabello antes de lavarlo, el polvo y la suciedad del cuero cabelludo se adhieren, dificultando una limpieza profunda. Antes de lavarte el cabello, péinalo para desenredarlo y luego enjuágalo con agua. Esto no solo garantiza un lavado más limpio, sino que también reduce la rotura del cabello.

Mojar bien el cabello: Aplicar champú sobre el cabello sin mojarlo completamente puede provocar una limpieza incompleta o enredos, dejando residuos como suciedad y caspa. Por lo tanto, es importante mojar bien el cabello antes de lavarlo.

Usar agua a temperatura moderada: Una temperatura excesiva puede dañar la capa sebácea del cuero cabelludo, fragilizando las raíces capilares y aumentando el riesgo de caída. Una temperatura del agua de 32 °C a 38 °C (de 90 °F a 100 °F) es adecuada. Lavarse el cabello con agua tibia no solo promueve la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que permite un mejor aporte de nutrientes, sino que también dilata los capilares superficiales de la dermis, abriendo los poros y facilitando el metabolismo de las impurezas del cuero cabelludo.

Creación de espuma abundante: Frotar el champú directamente sobre el cabello puede no limpiarlo completamente y dañar el cuero cabelludo. En su lugar, se recomienda hacer espuma primero con las manos y luego aplicarla sobre el cabello, masajeando suavemente el cuero cabelludo. Esto garantiza una limpieza adecuada y minimiza el daño al cuero cabelludo.

Masajear con las yemas de los dedos con movimientos circulares: Rascarse el cuero cabelludo con las uñas puede dañarlo y los folículos pilosos, ya que las uñas albergan bacterias y rascarse el cuero cabelludo puede provocar infecciones bacterianas. Lo mejor es masajear el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, realizando pequeños movimientos circulares en diferentes zonas.

Uso correcto del acondicionador: Al utilizar el acondicionador, aplíquelo solo en medios y puntas del cabello, evitando el contacto con el cuero cabelludo y las raíces para evitar la obstrucción de los poros y la secreción excesiva de sebo.

Secar el cabello con una toalla: Frotar el cabello con fuerza puede dañar las cutículas y provocar rotura y caída del cabello. En su lugar, envuélvalo en una toalla y apriételo o dé golpecitos suaves para eliminar el exceso de agua.

Control de la temperatura del secador: Al secar, mantenga el secador a unos 15 cm del cuero cabelludo y seque gradualmente desde la raíz hasta las puntas con la temperatura tibia. Con la mano libre, mueva suavemente el cabello en forma de "Z". Cuando el cabello esté medio seco, cambie a la temperatura fría para cerrar las cutículas que se hayan abierto debido al calor.

Además, es importante elegir un champú adecuado para tu tipo de cabello, evitar el uso excesivo y evitar peinarse o dormir con el cabello mojado. Siguiendo los métodos correctos de lavado capilar, podemos mantener un cuero cabelludo limpio, promover un cabello sano, mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de daño y caída del cabello.