A medida que el invierno da paso a la primavera y la naturaleza revive, es hora de que nos preparemos para guardar la ropa de la temporada pasada y abrazar la nueva temporada. Sin embargo, cuando abrimos nuestros armarios, es posible que nos reciba un olor insoportable. Este olor suele ser causado por el almacenamiento prolongado en recipientes sellados, ambientes de almacenamiento húmedos y el crecimiento de bacterias y moho en la propia ropa. Este olor no sólo afecta a la comodidad de la ropa sino que también puede suponer una amenaza para nuestra salud.
Limpiar a fondo la ropa
Antes de guardar la ropa, utilice detergentes adecuados según el tejido para limpiarla en profundidad. Los residuos de sudor, aceite o manchas de comida no sólo afectan la apariencia y la vida útil de la ropa, sino que también se convierten en caldos de cultivo ideales para bacterias y otros microorganismos.
Vinagre blanco
El vinagre blanco es un agente de limpieza doméstico natural. Sus componentes ácidos pueden neutralizar las manchas alcalinas y las moléculas de olor en la ropa, eliminando así los olores desagradables. Agregar una taza de vinagre blanco durante el proceso de lavado puede ayudar a eliminar los olores de la ropa. Este método es suave, ecológico y no daña los tejidos. Además, verter vinagre blanco en una botella con atomizador y rociarlo ligeramente sobre la ropa antes de dejarla secar al aire puede eliminar eficazmente los olores a humedad o los causados por el almacenamiento prolongado.
Mantenlo seco
Los ambientes húmedos son un paraíso para el crecimiento de bacterias y moho. Por lo tanto, antes de guardar ropa de temporada, use una secadora o coloque la ropa en posición horizontal en un área bien ventilada para que se seque al aire por completo. Después de guardar la ropa, coloque absorbentes de humedad, como paquetes de gel de sílice, paquetes de carbón de bambú o deshumidificadores en el armario o en cajas de almacenamiento para absorber el exceso de humedad y mantener la ropa seca. Además, abra periódicamente las puertas del armario para permitir la circulación del aire, reduciendo la acumulación de humedad y olores.
Evite las bolsas de plástico selladas
Aunque las bolsas de plástico selladas pueden prevenir el polvo, dificultan la circulación del aire y pueden causar moho en la ropa. En su lugar, utilice bolsas de algodón o de tela no tejida para guardarlas, ya que tienen una mejor transpirabilidad, ayudan a mantener la sequedad de la ropa y absorben la humedad dentro de las bolsas, lo que reduce aún más el riesgo de que la ropa se enmohezca.